Querid@s visitantes y seguidor@s desde que acabó el curso las entradas a este blog se han ralentizado. El descanso y disfrutar el ocio me han ocupado la mayor parte del tiempo de Julio y lo que llevamos de Agosto. Pero claro, las vacaciones son para eso. Sin embargo, puede que también haya influido la lectura de un libro que creo no tiene desperdicio profesional y personalmente hablando, que se titula ELOGIO DE LA EDUCCACIÓN LENTA, de la Editorial GRAÓ y escrito por un gran maestro Joan Domènech.
Aquí os dejo algunas pinceladas y enlaces donde podéis encontrar más información sobre el tema y nos reencontraremos la última semana de Agosto. ¡Disfrutad el tiempo!
Joan Domènech y la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Cataluña proponen una revolución, y este libro vendría a servir como manual de instrucciones. No es una reivindicación caprichosa. Es, en realidad, un movimiento internacional propuesto por Maurice Holt, profesor emérito de educación de la Universidad de Colorado en Denver (Estados Unidos), que en la actualidad vive retirado en Oxford (Inglaterra).
La prisa nos deshumaniza, nos embrutece… Puede que, en realidad, la velocidad y el tocino tengan mucho que ver. Domènech rechaza una agenda escolar programada a contrarreloj y llama a humanizar la educación sin pausas, pero sin prisa.
Es el modelo de la escuela lenta, en la que el tiempo permite vivir las experiencias de aprendizaje con la intensidad que requieren. Niega el autor que la rapidez a la hora de aprender sea una virtud. La escuela no educa a malabaristas ni a trileros, sino a personas. La presión social y familiar, la obsesión por conseguir resultados, la falta de tiempo para el trabajo en equipo lastran muchos aspectos de la política educativa.
“En una cultura en la que siempre nos falta tiempo y con una escuela sometida continuamente a la presión externa de los contenidos y los aspectos que hay que trabajar, esa escasez de tiempo a menudo se traduce en angustia y lleva a una situación sin salida”, critica Domènech.
El autor reitera que el debate sobre el tiempo no puede reducirse meramente a una discusión técnica ni filosófica, sino que es hora de actuar. Son decisiones políticas y administrativas las que condicionan hoy la vida y el futuro de la educación en las escuelas, por lo que aboga por intervenir a ese nivel. “La lentitud, vista desde la perspectiva de la desaceleración, con la idea de encontrar el tiempo justo y de no condicionar el hecho educativo a la mirada constante del reloj, se convierte hoy en día en un ejercicio imprescindible para sobrevivir y dar un giro a la educación y, también, a la vida.”
Domènech propone un esquema que comprende la reflexión sobre los planteamientos generales que propone la llamada “educación lenta”, un análisis de los aspectos de funcionamiento real de la escuela en sus distintos ámbitos (aprendizajes, trabajo del equipo de maestras y maestros, ámbito de relación con las familias y la comunidad) y el desarrollo de un plan de implantación (con el correspondiente seguimiento). “A la hora de priorizar, hay que tener en cuenta el grado de importancia que otorgamos a las propuestas, así como el grado de viabilidad en cada caso.”
El libro ofrece ejemplos prácticos para mejorar la situación de la educación y las relaciones de alumnado, profesorado y familias con relación al tiempo. A modo de síntesis, Domènech sostiene que la educación debe ser una actividad lenta, que cada actividad debe definir el tiempo necesario para llevarla a cabo y no al revés; que, en educación, menos es más, que se trata de un proceso cualitativo en el que cada alumno requiere un tiempo distinto para aprender. “La educación requiere un tiempo sin tiempo”, escribe, añadiendo que el uso del tiempo debe ser también una materia de enseñanza.
Critica el autor el hecho de que las administraciones de enseñanza anden excesivamente centradas en la incorporación de nuevas tecnologías al aula y en aumentar el número de horas lectivas con proyección curricular.
“Finlandia, un país tomado por modelo educativo, contempla una media de 200 horas lectivas menos que España a lo largo del año.”
La propuesta del libro invita a recuperar un ritmo de aprendizaje individual para cada actividad, reivindicando la creatividad, el entusiasmo, la autodisciplina, la motivación, el humor, la empatía, las prestezas no sujetas a plazos fijos.
Crítica encontrada en Internet: http://www.es.globaltalentnews.com/postit/criticas/2849/Sin-el-vicio-de-la-prisa.html
ENLACES
Padres Slow I http://www.revistasaludalternativa.com/padres-slow-como-educar-a-los-hijos-sin-presion-parte-i/
Padres Slow II http://www.revistasaludalternativa.com/padres-slow-como-educar-a-los-hijos-sin-presion-parte-ii/
Weblog de Joan Domênech http://joandf.blogspot.com/
Web de Crianza natural http://www.crianzanatural.com/forum/forum_posts.asp?TID=129377
Se pueden leer algunos cpítulos del libro en este enlace
http://books.google.com/books?id=c1yPPplYaBkC&printsec=frontcover&dq=elogio+de+la+educacion+lenta&hl=es&cd=1#v=onepage&q=&f=false
GTracias por la recomendación. Trataré de hacerme con el libro.
ResponderEliminarFeliz resto de vacaciones.
Un abrazo
Te agradezco que me hayas dado la oportunidad de conocer tu estupendo blog.
ResponderEliminarYo este curso comienzo con tres años y ya te he cogido prestadas un par de ideas.
Un saludo. Yolanda.
Hola Carmen!! Te he seguido desde mi blog y me encanta tu trabajo. Feliz descanso y disfruta, que ya queda poco. Bsts.
ResponderEliminarHola Carmen:
ResponderEliminarGracias por mostrarme este buen blog. Hace tiempo que sigo todo lo relacionado con lo slow, vamos, lo que trata de reducir el estrés de esta vida moderna que genera muchos problemas, infelicidades y enfermedades. Conocía el libro y me parece una buena recomendación.
Un saludo
Jesús
Gracias por tu paso por Bibliofagia y tus comentarios.
ResponderEliminarEste blog me parece extraordinario, para verlo detenidamente. De momento, veo cosas como recomendaciones de libros y estilo de enseñar con las que me identifico totalmente.
Siento no poderme hacer seguidora ahora a causa de mi "conexión veraniega" que debería llamarse "desconexión" más bien. Lo seguiré intentando y si no, nos "vemos" en septiembre, ya en casa.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
tomo nota del libro. suena muy bien. gracias por pasarte por mi blog y hacerte seguidora. Espero que te haya servido lo poco que aun hay en él. yo te sigo desde hoy
ResponderEliminarun saludo