BUSCANDO MIL BLANCOS EN CLASE

Hoy hemos realizado un juego de observación muy interesante. Hemos recopilado un gran canasto de cosas con blancos diferentes. Los materiales y los objetos eran diferentes, diversos y con tonalidades distintas. Cogieron telas de diferentes texturas, animales, folios, cajas, bolsas, papeles de seda, algodón, tizas, ceras, huevos (de juguete...), ajos, coliflores (de juguete...), cartones, sobres de cartas...

Cuando encontraban algo que podía responder a la consigna: "Buscamos cosas blancas". Y cuando creían que algo podía servir,  las traían a la alfombra.

El canasto se fue llenando y eso les animaba a seguir buscando. 

Algunas trajeron varias cosas diferentes. Era curioso ver como si alguien cogía una tiza, había un grupo que cogía tizas. Si alguien cogía un folio blanco, otro grupo iba a por más folios. Así que a la consigna añadí: Cosas diferentes. Intentemos no repetir.

Cuando Juanjo colocó el cazo azul en la montaña de blancos, el grupo le corrigió pero fue curioso comprobar que lo hicieron con bastante cariño y con simpatía. Enseguida Juanjo devolvió el cazo a su sitio. Y una amiga se lo llevó para ayudarle a encontrar algo de color blanco. El caso que antes, ya trajo cosas blancas. No sé por qué hizo la aportación azul.

Y... nuestro amigo Rubén todo timidillo, no se atrevía a dejar el hueso de plástico que llevaba en la mano desde el principio del juego hasta que le invité a dejarlo en el canasto. Después estuvimos analizando lo que habíamos cogido y quién quiso dio su opinión sobre los blancos que veíamos y habíamos cogido. Cómo le parecían que eran y...

Hablaron de muchos tipos de blancos, entre otras cosas dijeron (cuando pueda colgaré un pequeño vídeo de algunas intervenciones):

-Hay blancos blanditos, y duros, 

-Otros son grandes blancos, todo blanco.

-Yo veo blancos muy limpios y blancos sucios.

-Yo he cogido un blanco muy suave y rosita.

-También, hay blancos azulados.

-Y... blancos con amarillo.

-Y blancos no limpios.

-Yo veo por mi blanco.

-etc.

Aunque ellas levantaban la mano para hablar, como yo estaba grabando no podía hacer de moderadora, así que ellas solitas, esperaban a que acabara una compañera  e intervenía otra. La conversación transcurrió sin demasiado barullo, aunque había mucho tiempo de espera, de pensar, eso es bueno. Para hablar hay que pensar lo que quiero decir. Y... sólo tienen 4 años. Lo que vi me gustó bastante.

Después, hablamos de lo que podíamos hacer con todo ello, desde guardarlo y... no sé, hasta un dibujo gigante como el del libro LOS MIL BLANCOS DE LOS ESQUIMALES.  Así que nos pusimos manos a la obra.

Pensamos qué podría ser el cielo y qué el hielo.

Y... comenzaron la composición a modo de COLLAGE GIGANTE.

Se ayudaban y se orientaban los unos a los otros.

Cristina terminando de componer el cielo. En este caso lo vemos al revés.

Carmen y Anaïs, arreglando una montaña de hielo que se quiere separar del suelo.

Retocando los últimos detalles.

Repasando donde habíamos ubicado la tierra y dónde el cielo. Así sabríamos como mirarlo para poder interpretarlo.

Pablo señala la zona donde está el mar porque está ilusionado en poner las ballenas y las focas.

Así quedó nuestra composición y comenzamos a  completarla con animales que allí podían existir.

Los osos polares en su cueva, las ballenas en el mar, las focas cerca del agua, las morsas, también en el mar...

Lo pasamos muy bien y aprendimos un montón. Espero que os guste la idea.